La historia más difundida sobre la conmemoración del 8 de marzo
hace referencia a los hechos que, dicen, sucedieron en esa fecha
del año 1908, donde murieron quemadas 146 mujeres trabajadoras
de una fabrica de Nueva York, en un incendio provocado ante la
negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los
bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
También se hace referencia a la manifestación de los trabajadores
del sector textil, integrado en su inmensa mayoría por mujeres que
se dieron al 8 de marzo de 1908, según algunas fuentes, o de 1857
según otras.
En Argentina, a fines del Siglo XIX se dio la primer huelga
encabezada por mujeres empleadas domesticas.
En 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas
celebrada en Copenahue (Dinamarca), e iniciada por Clara Zetkin,
dirigente del PS alemán, se instituyo el primer Día Internacional de
la Mujer en fecha 8 de marzo aprobada unánimemente por más de
100 mujeres procedentes de 17 países.
Recién en 1977 la ONU proclamó el 8 de marzo como Día
Internacional de la Mujer.
En nuestro país, la mujer ha tenido un gran protagonismo a lo largo
de los diversos procesos histórico- sociales. Destacamos a Juana
de Azurduy, Manuela Pedraza, Lola Mora, Alfonsina Storni, Evita;
imposible no mencionar, a las Madres y Abuelas de plaza de mayo,
cuya lucha no violenta en medio del terrorismo de estado perdura
hasta nuestros días, como tantas otras mujeres que han aportado a
la construcción de un país más justo y solidario, mas humano.
El Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a
ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de
todas las mujeres en todos los ámbitos.
Si bien hoy la mujer trabaja, estudia y tuvo avances en la toma de
decisiones, siempre ha sido con mayores grados de informalidad,
explotación, bajos salarios y peores condiciones laborales que los
hombres, al mismo tiempo que debe desarrollar casi
exclusivamente las labores domésticas. Esta realidad se agudiza
en los sectores más pobres y excluidos de la sociedad.
A pesar que los derechos de las mujeres son reconocidos
internacionalmente, en la práctica no se protegen. Como
ocurre habitualmente cuando se ignoran denuncias de
abusos y violencia familiar.
Desde los medios masivos se le asigna a la mujer, y en
particular a la mujer joven, un modelo meramente estético,
vacio de sentido y consumista.
Esa realidad no se revierte con más mujeres en cargos
electivos o ejecutivos, pues se trata de un sistema cuyo
patrón cultural es la discriminaciónEn todo el mundo las
mujeres siguen demandando derechos básicos como acceder a
la educación, la cultura, la política, la salud hospitalaria,
reproductiva, y el derecho a disponer del propio cuerpo, entre
otras tantas.
Frente a este desafío, las mujeres necesitan poner en acción un
nuevo rol en base a la coherencia, la autonomía, la reconciliación
y la fortaleza interna, para llevar adelante una revolución no
violenta basada en la paz y la integración de los pueblos.
Queremos una mujer revolucionaria que se valore y se
reconozca, que exprese su dimensión multifacética, su
sensibilidad mediante el dialogo y la complementación.
Exigimos a los legisladores y representantes de los sectores
conservadores de poder, que se ensañan contra los derechos
sexuales y reproductivos de la mujer como la prevención, la
píldora del día después y la legalización del aborto, den muestra
de coherencia manifestándose con la misma vehemencia a favor
del desarme mundial.
Estamos en un momento de importantes avances para los
pueblos, en particular en nuestra Latinoamérica, en donde
Argentina no es una isla, aunque la realidad nos muestre grandes
contradicciones y grandes materias pendientes.
De lo que hablamos es de la necesidad de construir alternativas
que contengan por igual a mujeres y hombres en sus derechos y
potencialidades; herramientas para impulsar y construir un
modelo de sociedad al que aspiramos.
El 8 de marzo, nuevamente, no será una fecha solo para festejar,
sino para conmemorar las luchas históricas, apreciar los avances
y saber que otro mundo mejor es posible, sencillamente porque
es urgente y necesario, un mundo donde quepan todos los
mundos, que porte un rostro femenino, un mundo de hombres y
mujeres yendo de la mano de los nuevos tiempos.
Hacemos un llamado a los hombres, mujeres y jóvenes de
todo el mundo, a luchar por la democracia, por la libertad y por
justicia para todos, construyamos un mundo mejor, más justo y
más humano.
Con un poco de retraso y no sin contratiempos... el Festival Artístico, o Acto Político y Cultural del Día Internacional de la Mujer y XXIV Aniversario del PH se pudo llevar a cabo con muy buen clima.... 
lAs humanistAS en pleno festejo
Los sonidistas se portaron de DIEZ... gracias
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